jueves, 29 de noviembre de 2012

Libro "Amado Monstruo"






INTRODUCCIÓN

* El objetivo de este trabajo es analizar todas las manifestaciones de lenguaje no verbal que aparecen a lo largo de la lectura, en el libro de Javier Tomeo, Amado monstruo.


* El libro narra la historia de un joven que pretende trabajar como vigilante en un banco. La historia se desarrolla a lo largo de una entrevista a la que es sometido para determinar su aptitud para el puesto de trabajo. Básicamente, es una escusa para narrar la vida personal de los dos personajes, entrevistado y entrevistador, una historia en la que aparecen frecuentes puntos en común. Hace falta llegar prácticamente al final de la lectura, para descubrir el por qué del título de la obra: el personaje   tiene seis dedos en cada mano, El término “amado” resume la especial relación de Juan, el joven aspirante a vigilante, con su Madre.



LENGUAJE NO VERBAL

Dar la mano - saludar

Reforzando una sonrisa – intento de cordialidad

Arquea las cejas -  Duda, preocupación

Sacude la cabeza - contrariedad

Me encojo de hombros - desconocimiento

Sonreír - alegría

Respiro a fondo – tomo fuerza

A punto de romper la carta

Se la quité de las manos

Derrumbada en su sillón - abatimiento

Boqueando - atropello

Frunce el entrecejo - sorpresa

Una sonrisa

Krugger levanta el índice - advertencia

Se queda con la mirada absorta - ensimismamiento

Krugger me escucha sin apartar la mirada – con atención

Con una sonrisa

Me cogió de la mano - cercanía

Retiré mi mano - distanciamiento

Traza con la mano que sostiene un cigarrillo un ademán indefinido – recuerda que el también tuvo su tren eléctrico

Se pasa la mano por la frente, suspira - agotamiento

Recoge las piernas – para ofrecer un aire más profesional

Se quita el cigarrillo de los labios y me mira a los ojos – quiere saber si le gusta la música

Expresión expectante -  esperando la respuesta

La música me pone los pelos de punta – en ocasiones le parece políticamente sospechosa, pues sugiere mundos utópicos e induce a la molicie

Con los ojos muy abiertos – vigilar

Mirándome a los ojos - concentración

Levanto las cejas – para preguntar con curiosidad

Sacude luego la cabeza – sigue sin entender la obsesión que tienen las mujeres por soñar a sus hijos

Sonrisa melancólica

Mirada compasiva -  siente Krugger por él al tener una madre tan egoísta

Me aflojo el lazo de la corbata - comodidad

Asiento con un movimiento de cabeza - afirmo

Se encerró en su habitación

Ojos llorosos - tristeza

Ademán de escupir - desprecio

Escucharme con una mirada inexpresiva

Me fui a dormir sin darle un beso en la frente - enfado

Escucha ahora sin mover un músculo - inexpresivo

Moviendo ostensiblemente los labios – gesticulando

Con aire inquieto

Aparté el plato

La envolví con mirada paciente

Se acerca a la ventana

Los brazos cruzados y sin probar los macarrones - rechazo

Me enfrasqué en la lectura - concentración

Sonríe en silencio

Un aire cada vez más sibilino – retorcido

Sacude varias veces la cabeza - disconformidad

Brillante mirada - intensa

Suspira profundamente – se carga de paciencia

Soltó una risotada

Puse mi vaso boca abajo - rechazo

Lo bebió de un trago - decisión

Resopló - harto

Sonríe

Su expresión, ahora, es la de un hombre que está escuchando una historia divertida

Me mira en derechura a los ojos – preocupado por alguna idea que se le ha ocurrido de pronto

Krugger niega con solemnes movimientos de cabeza

Expresión afable - amistosa

Enarbolando la libreta – levantándola, exhibiéndola

La oprime dulcemente contra su pecho - cariño

Sorpresa en mi expresión

Prende fuego con mano temblorosa - inseguridad

Estado de profundo abatimiento - desesperanza

Expresión resignada

Se irguió – se levantó

Apretó los dientes - fuerza

Me lanzó una mirada que me hizo retroceder - amenazante

Expresión divertida

Krugger pierde la sonrisa

Me escucha en silencio

Cabeza ligeramente ladeada

Me apuntó con el índice entre ceja y ceja – me señaló

Entrecerró los párpados – para dar más intensidad a su mirada

Krugger vuelve a sonreír

Sonrisa indulgente – indica  perdón

Se queda en silencio

Barbilla clavada en el pecho - humillación

Mirada puesta en el cenicero -  como si estuviesen en forma de ceniza los mejores recuerdos de su vida

Me mira con envidia

Sacude la cabeza – doliéndose de que las cosas sean como son y no como deberían ser

Volviendo la mirada hacia la ventana

Me despierto sobresaltado

Vuelve a quedarse callado

Llorar la alegría

Señalándome con el índice

Levanta las cejas - atención

Adelanta el labio inferior - preocupación

Regresa la mirada a la ventana – se desentiende

Secándose los ojos – dando a entender que había estado llorando

Se me quedó mirando fijamente – esperando que dijese alguna cosa que le consolara

Empezó a lloriquear

Dejó caer su pañuelito de seda al suelo – dándole la oportunidad de que, al recogérselo, le dijese también alguna cosa.

No moví ni un dedo - inmóvil

Continúe sentado con una pierna por encima de la otra - pasividad

Redobló entonces los lloros – aumenta su enfado

Me detuvo con un gesto

Mirada vidriosa perdida en el aire - mortecina

Mirada fija

Boca entreabierta – como dándoselas de muerta

Cabeza tapada con la manta – no quiso seguir escuchándole

Brazos cruzados - pasividad

Mirada fija a los labios - atención

Mirada puesta en el suelo - humillación

Sacudir la cabeza - negar

Brazos cruzados - pasividad

Sonrisa pálida – melancolía

Mirada pedida en el aire - ausente

Respingo – sobresalto

Mirada animada

Mirada temerosa

Mover la cabeza – duda, disgusto

Se pasa la mano por la frente y suspira - preocupación

Mirada ausente - perdida

Índice apoyado en el entrecejo - concentración

Ojos entornados

Mirada agradecida

Asentir con la cabeza

Movimientos espasmódicos – falta de control

Chasquea la lengua - disgusto

Sonrisa indulgente – de perdón

Asentir con la cabeza - afirmar

Guiñar un ojo - complicidad

Mirada desafiante - provocadora

Mirada severa - rigurosa

Morderme la lengua - callarme

Fruncir los labios - meditar

Mirada a los ojos - directa

Enrojecer - ruborizarse

Desviar la mirada - huir

Mover la cabeza de izquierda a derecha – negar

Alzar la frente - orgullo

Levantar un poco más la cabeza – mayor seguridad

Humillar la mirada - rendición

Carraspear - aclararse la voz

Acariciar el teléfono – turbación interior

Mirada circular – observa el entorno

Fruncir el entrecejo - extrañeza

Beso en la frente   afecto y cariño

Mirada al techo – actitud pensativa

Alargar la mano - invitación

Besar la mano - saludo

Saludar al estilo militar - sumisión

Fruncir el entrecejo - extrañeza

Asentir con la cabeza - afirmar

Alegrar el semblante – poner buena cara

Sacudir la cabeza - contrariedad

Aires de suficiencia - prepotencia

Erguido - estirado

Manos unidas - entrelazadas

Mirada directa a la cara

Aire de reina - altiva

Sonrisa leve

Brazos cruzados - rechazo

Negar con la cabeza

Comisuras de los labios curvadas - sorpresa

Levantar la mano derecha – reforzar las palabras

Sonrisa lejana y misteriosa – adelantando el labio inferior

Lágrimas - tristeza

Boquita de piñón - dulzura

Mirada grave a los ojos – desafío/intimidación

Asentir con la cabeza - afirmar

Aire de no haber roto nunca un plato – inocencia

Morder los labios - callar

Mirada larga

Sonrisa altiva y distante

Mirada al suelo – humillación

Extender los brazos al frente – protección

Tiemblan las pupilas - inseguridad

Encogerse de hombros - desentenderse

Enarcar las cejas - sorpresa

Mano temblorosa – miedo/inseguridad

Índice en los labios – silencio

Mirada iluminada - esperanza

Sollozos amargos -  tristeza profunda

Sin temblar el pulso -  firmeza

Mirada profunda

Mirada divertida

Mirada orgullosa

Mirada patética

Mirada de indignación

Sonrisa triste

Mirada brillante

Expresión perpleja - sorpresa

Rechazo con las manos

Mano derecha a la frente - meditación

Batí palmas – aplaudir

Encoger los hombros – desinhibirse

Fruncir el entrecejo – preocupación

Palidecer - asustarse

Mirada atónita - incredulidad

Señalar con el índice - indicar

Ojos de hielo - frialdad

Palmas sobre el escritorio – dar por finalizado

Se pone en pie - despedida



PERSONAJES

Krugger: Es el jefe del banco y el entrevistador. Tiene ojos azul porcelana, pelo de paja, mejillas sonrosadas y nariz afilada. Es un hombre muy fumador que le gusta leer poesía y cocinar. Tiene un trauma infantil, pues de pequeño mató accidentalmente a su madre.

Juan: Es un hombre de 30 años que busca trabajo como vigilante del banco. Vive con su madre, una mujer un tanto egoísta que no le deja trabajar como vigilante. Tiene seis dedos en cada mano y no hizo la mili. Le gusta mucho leer y la música.



CONCLUSIÓN Y OPINIÓN

* En conclusión, la riqueza de expresiones no verbales que se contienen en el texto permite una representación visual a través de su lectura. Precisamente por ello, el lector se introduce con rapidez en la historia, lo que ha dificultado extraordinariamente este trabajo, puesto que en cuanto se leía una página, era difícil distinguir entre un lenguaje y otro.



* Este libro es muy rápido de leer y es entretenido. Me ha resultado extraño que las conversaciones no estuvieran iniciadas por guiones y que los capítulos no tuvieran títulos. Toda la obra habla de tan solo lo transcurrido en dos días. Me gustan las conversaciones que mantienen los dos personajes principales y el lenguaje correcto y culto que utilizan. No me gusta el final, pues Juan merecía el puesto de trabajo y no es justo impedirle de un trabajo por una discapacidad como la suya, de poseer seis dedos en cada mano. Además de que le hubiera demostrado a su madre su propia valía y no tener que depender de ella. 


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